

El techo técnico es a menudo denominado la «sexta fachada» en el diseño de interiores corporativos. Este ha dejado de ser un mero elemento de ocultación de instalaciones. En la actualidad, se ha convertido en un componente arquitectónico de alto rendimiento.
En la prescripción actual, la elección del sistema de suspensión no es solo una cuestión estética. Al contrario, define la funcionalidad, la acústica y la accesibilidad al plenum (el espacio entre el forjado y el falso techo). Además, es clave para la integración de los sistemas MEP (mecánicos, eléctricos y de fontanería).
Por ello, no debemos desmerecer su importancia. Es conveniente dejarse asesorar por profesionales. Ellos nos informarán sobre qué suspensión es la más apropiada para el proyecto. También nos guiarán sobre los materiales que están redefiniendo la oficina contemporánea.
Los techos metálicos registrables están diseñados para espacios que no pueden permitirse tiempos de inactividad. Son la solución perfecta para entornos dinámicos como centros comerciales y oficinas modernas. También son ideales para áreas de transporte, ya que facilitan la reparación sin obras ni interrupciones.
Su uso se extiende a diversos ámbitos. Desde el sector sanitario, por su fácil limpieza e higiene, hasta zonas industriales que requieren una durabilidad extrema.

La clasificación técnica de los techos metálicos registrables se articula en torno a una relación clave. Nos referimos a la unión entre el panel (la bandeja) y la perfilería portante.
En OFIMAM, trabajamos con soluciones que abarcan todo el espectro de necesidades técnicas. Destacamos tres tipologías fundamentales de colocación que aportan precisión en cada detalle constructivo:
Es el sistema más estandarizado y eficaz para zonas que requieren un registro constante y rápido de las instalaciones. Esto incluye cableado, climatización y detección de incendios.
Esta tipología eleva la estética de los techos metálicos mediante una mecanización específica del borde de la placa.
Bajo este concepto agrupamos las soluciones donde la perfilería desaparece por completo. También incluimos aquellos casos donde el techo se concibe como elementos independientes.

La evolución de los techos metálicos se dirige hacia la texturización y la sostenibilidad. El techo ya no es un plano neutro, sino un elemento con carácter. Destacamos las siguientes tendencias:

El diseño de techos metálicos requiere un conocimiento profundo de las cargas y la modulación. No se trata solo de elegir un color. Hay que definir cómo funcionará el edificio a lo largo de su vida útil.
El objetivo es facilitar el mantenimiento de los sistemas mecánicos y eléctricos (MEP). En OFIMAM, asesoramos técnicamente desde la fase de proyecto.
Ayudamos a determinar si su espacio requiere la practicidad de un sistema apoyado o la elegancia de uno enrasado. Buscamos garantizar que la solución prescrita cumpla con los estándares más exigentes de seguridad, acústica y diseño interior.