El mobiliario desde siempre ha formado parte del equipamiento de cualquier proyecto del sector del mueble de oficina. En la actualidad sigue siendo así, pero con un cambio sustancial, ya que hoy se valora además de la funcionalidad, su ergonomía y belleza que estos estén fabricados de manera sostenible.
El mobiliario sostenible no solo responde a una creciente demanda de responsabilidad ambiental, sino que también ofrece para la oficina moderna soluciones innovadoras que fusionan la belleza con una seguridad garantizada, optimizando la funcionalidad y la estética en cada espacio de trabajo.
Pero el concepto de mobiliario sostenible abarca mucho más que el uso de materiales reciclados. Implica un ciclo de vida completo del producto, desde la extracción de las materias primas hasta su disposición final.
Más allá de la estética las claves de un mobiliario sostenible se centra en sus características y en muchas propiedades que a veces pasan inadvertidas y que son muy necesarias, algunas de ellas son:
En la actualidad son muchos los materiales Esto incluye el uso de maderas certificadas (FSC o PEFC) que garantizan una gestión forestal responsable. Así mismo los metales reciclados (aluminio, acero), plásticos de origen biológico o reciclados, y tejidos naturales u orgánicos (algodón, lino, lana) que evitan químicos nocivos. También se valoran los materiales de rápido crecimiento como es el caso del bambú o de origen local como el mimbre ambos para elaborar muchas veces muebles más artesanales y que a su vez también reducen la huella de carbono del transporte.
La optimización de la energía y el agua en la producción, la minimización de residuos y la ausencia de sustancias tóxicas en los adhesivos, barnices y pinturas son aspectos cruciales. Muchas empresas implementan sistemas de gestión ambiental certificados (ISO 26000) o (ISO 14001) entre otros.
Un mueble sostenible está diseñado para perdurar en el tiempo, reduciendo la necesidad de reemplazo. Además, la posibilidad de reparar o reemplazar componentes específicos alarga su vida útil y disminuye el consumo de recursos. La calidad de todos los elementos que lo componen es vital para garantizar todas y cada una de sus propiedades. La inversión primera bien merece la pena.
Al final de su vida útil, el mobiliario sostenible debe poder desmontarse fácilmente para que sus componentes puedan ser reciclados o reutilizados, cerrando el ciclo de la economía circular.
En la actualidad el mobiliario sostenible ofrece un ilimitado abanico de opciones estéticas. Relacionar lo sostenible con menos calidad o con un diseño condicionado es un error que hoy en día ha quedado obsoleto.
La industria no deja de evolucionar gracias a las nuevas tecnologías que nos presentan materiales y formas de fabricar totalmente innovadoras. Como resultado podemos disfrutar de una vasta paleta de posibilidades que se adaptan a todo tipo de estilos en el diseño interior y la decoración.
En Ofimam sabemos conciliar ergonomía, sostenibilidad y estética. Es por ello que siempre elegimos productos que armonicen con estos objetivos como por ejemplo la silla operativa VEGA.
Concebida para largas jornadas laborales, la silla VEGA está diseñada con un mecanismo sincronizado auto‑pesante que acompaña el movimiento natural de cada persona, combinando un respaldo en malla con asiento acolchado de 55 mm de espesor. Esta solución ofrece soporte lumbar regulable en altura y ajuste de tensión lateral, respuestas ajustadas a cada perfil y ritmo de trabajo.
El énfasis en la ergonomía se traslada también a la movilidad. Para ello cuenta con una base de cinco puntas con ruedas que facilitan una libertad de movimiento fluida. Estas ruedas pueden ser opcionalmente blandas, con el fin de no perjudicar los acabados delicados de algunos pavimentos de madera o piedra natural.
El diseño de la silla VEGA, más allá de su postura ergonómica, destaca por su versatilidad y estética funcional. La combinación de malla negra con estructura disponible en varios acabados y tapices de categoría textil 1 ofrece transparencia visual y ligereza volumétrica. Su estética despierta naturalidad, aportando a la oficina una moderna sobriedad y calidez.
Su diseño se integra perfectamente en distintos entornos, desde áreas ejecutivas y salas de formación hasta coworkings y despachos residenciales.
El gran valor de la silla VEGA reside en su compromiso con el diseño responsable. La elección de malla reciclable y estructuras ligeras, unidas a la durabilidad genética del producto (con 5 años de garantía) y múltiples opciones de tapicería textil, lo demuestra.
La silla operativa VEGA cuenta con casi un 40% de material reciclado usado y su tasa reciclable al final de su vida útil es prácticamente del 100%.
La silla VEGA se alza como un referente del mobiliario sostenible de la oficina actual, siendo una solución responsable, adaptable y estética que responde a las necesidades de bienestar y compromiso ambiental de los espacios contemporáneos.